Introducción: dos puntos de vista
Viajemos en el tiempo, más de 20 años atrás, a una industria metalúrgica en Cartagena. Allí viví mi primera experiencia laboral, y aún recuerdo la llegada de los nuevos empleados: con ganas de dar lo mejor de sí mismos, aplicar los conocimientos que habían adquirido y empezar una nueva etapa. Pero también necesitaban apoyo: había que asimilar procedimientos, adaptarse rápido y entender el funcionamiento interno de la empresa.
En aquel momento, ya trabajaba en el área de Recursos Humanos, la plantilla era de unas 250 personas, sin contar al personal de ETT, donde la rotación era bastante alta. Fue allí donde entendí, casi sin saberlo, lo que hoy conocemos como un proceso de onboarding bien estructurado.
Todas las áreas estaban perfectamente sincronizadas, como un reloj suizo. Cada vez que alguien se incorporaba, se activaba automáticamente una serie de tareas coordinadas entre Listeria, el servicio médico, Compras-Almacén, RRHH, Producción, Mantenimiento… Y lo más importante: durante las primeras semanas, un encargado de producción acompañaba al “nuevo” en su día a día, le explicaba sus funciones, lo integraba con el equipo de su turno y le daba las herramientas para desenvolverse en su nave.
No se trataba sólo de que todo debiera estar listo a nivel laboral o técnico. Se trataba de transmitir la cultura de empresa desde el primer momento: normas, valores, responsabilidades, herramientas, aplicaciones, procesos…
Por ejemplo, ya fuera cómo trabajar los procesos químicos del zinc o cómo escribir código limpio, o entender la arquitectura del sistema… todo tenía un por qué y un cómo que había que compartir.
¿Cómo facilitar el Onboarding en el sector tecnológico?
En el mundo de la tecnología, el proceso de Onboarding sigue teniendo los mismos objetivos: acoger, acompañar, integrar y formar. Y para conseguirlo, Gestión del Talento y las distintas áreas pueden apoyarse en herramientas como:
- Reuniones de bienvenida.
- Comunicaciones claras y constantes.
- Manual de acogida o Welcome Pack.
- Documentación específica para el puesto.
- Seguimiento individual.
- Formación inicial, funcional, técnica….
Y es aquí donde quiero hacer un inciso y destacar el papel de la formación profesional. En concreto, los cursos que ofrece Hello World Software School S.L., pensados para facilitar la integración técnica y cultural en entornos tecnológicos, como:
- Principios SOLID
- Código limpio
- Arquitectura hexagonal
- Ciberseguridad
- Control de versiones con Git
- Y muchos más...
Conclusión
Para que un proceso de Onboarding sea realmente efectivo, no puede faltarle empatía y formación. Todos los que participamos en la incorporación de un nuevo compañero debemos recordar la ilusión, las dudas y las expectativas con las que se llega a una nueva empresa.
Puede fallar un acceso, cambiar una herramienta o retrasarse una tarea. Lo que no puede ocurrir es que la persona recién llegada se sienta sola, sin respaldo, sin información, sin una formación clara que le ayude a entender su papel y a visualizar su desarrollo profesional dentro de la empresa.
Porque el onboarding no es un trámite. Es una oportunidad. Una oportunidad para empezar con buen pie y construir desde el primer día una relación de confianza, motivación y crecimiento.
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